lunes, 22 de septiembre de 2008

Hasta que nos volvamos a encontrar

José María Bueno publica en la editorial Bohodón su primer poemario, Hasta que nos volvamos a encontrar, que recoge toda su experiencia poética. Os ofrecemos en primicia las palabras del autor que figuran en la contracubierta del libro y un poema a modo de degustación.

A MODO DE ORIENTACIÓN
La añoranza convierte la presencia en ausencia nostálgica de un tiempo primordial, cabe en la trastienda de los tiempos, tiempos ignotos, intuidos, amados, nunca encontrados.
Por tanto, o convertimos la añoranza en presencia real de lo concreto, de lo sencillo, de lo cotidiano, o paramos la historia grande y la historia chica de todos y cada uno de nosotros, porque hemos anulado la potencia creadora y vivificadora de los gérmenes de vida, de la vida misma.
Luego es positivo añorar, luego es positivo añorar...creando.
Es así que la vida no viene del recuerdo ni de! encierro melancólico-adolescente, sino de las distintas mutaciones y conversiones de recuerdos añorados en presencias futuras, revertidas a la totalidad cósmica.
En consecuencia , del encuentro eterno con el Todo Substancial, inmanente y trascendente al hombre mismo.

SENCILLEZ
Yo no tengo la hermosura de la luz,
la belleza de la flor
ni el canto del ruiseñor.

Yo no tengo la dureza de los montes,
la inocencia del gorrión
ni la furia del halcón .

Yo no tengo la sencillez de los pobres,
la claridad del armiño
ni el dulce sueño del niño.

Yo no tengo la pasión por la justicia,
la inquietud por la igualdad
ni, siquiera, la amistad.

Yo...sólo sé de las grandezas
de los días y las noches de esperanza,
de los llantos y las risas jubilosos,
cuando festejan conmigo.

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