Estimado Sr. Augusto:
Recientemente he leído su famoso microrrelato “El
dinosaurio” y, como científico, me veo en la necesidad de hacerle algunas
consideraciones. Cuando dice usted “Cuando despertó”, creo que debemos entender
que se refiere a un ser humano, es decir, a un homo sapiens sapiens. Pues bien,
¿se da usted cuenta de que los dinosaurios pertenecen a la Era Secundaria y se
extinguieron hace 65 millones de años y de que el hombre no apareció sobre la
faz de la Tierra
hasta el Cuaternario, es decir, hace tan solo 40.000 años, o sea, millones de
años después de la extinción de los dinosaurios? Entiendo que en la ficción
literaria puedan ustedes, los escritores, tomarse ciertas licencias, pero sin
necesidad de atentar contra la Ciencia. Podía usted haber sustituido el
dinosaurio, por ejemplo, por un ornitorrinco: el efecto literario hubiese sido
IDÉNTICO y no habría cometido usted ninguna incongruencia científica. Su
dinosaurio lo único que consigue es confundir a la gente poco avezada en
divulgación científica. Eso por no hablar de la escasa concreción de su relato.
¡El dinosaurio! ¿Qué dinosaurio? ¿Sabía usted que existieron cientos de
especies de dinosaurios, muy diferentes unas de otras en cuanto a tamaño,
anatomía, alimentación, hábitat, etc., etc., etc.? Le recomiendo que en el
futuro se informe usted convenientemente antes de escribir sus microrrelatos,
pues creo que se puede hacer buena literatura sin caer en el despropósito.
Atentamente, Prof. Cotarelo Escamillas, de la Universidad
Paleontológica de Perosillo, D.F.