sábado, 13 de septiembre de 2014

Los sueños


El recluta Pacheco pedía siempre voluntario la 2ª imaginaria para robar los sueños a sus compañeros de  la 3ª Compañía Mecanizada Mixta. Luego hacía un amasijo con ellos y se los llevaba escondidos en el petate cuando se iba de permiso. Hasta que el cabo 1º Durán, que estaba de Puertas, se los pilló en la revista de salida y le metió un mes de calabozo. Ante el oficial de cuartel, teniente Pulido, trató de justificarse alegando que no sabía soñar y que por eso para él las noches eran como pozos sin fondo y dormir era una sensación gélida y desangelada como estar tumbado a la intemperie sobre la lámina de agua de un lago helado esperando que copo a copo le cubriese por completo la nevada.

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