sábado, 28 de junio de 2025

Carta de mi departamento por mi jubilación.


Aquí os dejo el texto de la carta de despedida que me dedicaron mis 5 compañeras y mi compañero del departamento de Lengua con motivo de mi jubilación. ¡Ha sido un placer compartir este curso con todos vosotros!: 

Hoy nos despedimos oficialmente de ti, Adrián… aunque, siendo sinceros, todavía no nos lo creemos del todo. Cuesta imaginar que, a partir de ahora, los pasillos del San Nicasio no contarán con tu presencia diaria, tu voz pausada y firme, tu mirada entre paciente y divertida, siempre atenta a cada detalle; y esa templanza tuya que tantas tormentas ha apaciguado.

Después de tantos años como profesor y jefe de estudios, dejas una huella imborrable. No solo has formado a generaciones de estudiantes que hoy recuerdan con cariño y admiración tus clases, tu exigencia justa, tu amor por la lengua y la literatura, sino que también has sido un referente para muchos de nosotros. Siempre dispuesto a escuchar, a aconsejar y a ayudar.

Echarte de menos será inevitable. No solo por lo que sabes y haces, sino por lo que eres: un compañero honesto, divertido y cercano. Dejas el listón muy alto… y un hueco enorme en el departamento. Eres el equilibrio en el caos, la voz de la experiencia, el que sabe cuándo hablar, cuándo callar y cuándo soltar una broma oportuna que desarma cualquier tensión. Porque si algo vamos a echar especialmente de menos son tus bromas e ironías en las reuniones de departamento. Son ese oasis de lucidez y humor que nos hace más llevaderos los debates eternos, la burocracia desbordante o la enésima lectura de un poema para fallar cada concurso literario.

Ahora te toca disfrutar de una nueva etapa: sin horarios, sin claustros, sin partes, sin firmar actas… Aunque sabemos que, incluso jubilado, seguirás estando ahí para quien te necesite.

Gracias, Adrián, por enseñarnos tanto, y por hacerlo siempre con ese equilibrio tuyo, tan valioso, entre la sabiduría y el humor.

¡Feliz jubilación!

DEPARTAMENTO DE LENGUA – IES SAN NICASIO

Jabo Rebo

 

A lo largo de mis numerosos viajes he visto cosas muy curiosas, pero pocas tanto como el Cementerio de Ciudadanos Ejemplares de la ciudad de Taltum. Hay que tener méritos especiales para ser enterrado allí y en la lápida se relatan. Por ejemplo:

 

- Osco Basai (1912-1977). Arquitecto. Construyó la catedral nueva.

 

- Piet Rejac (1821-1900). Médico. Salvó con su vacuna a 1.500 niños durante la pandemia del 64.

 

Pero destacaba un gran panteón blanco colocado en pleno centro del pequeño, coqueto y selecto cementerio. Allí pude leer:

 

-Jabo Rebo (1878-1960). Maestro. A pesar de vivir más de 80 años, jamás tuvo ningún pleito con ninguno de sus conciudadanos, jamás le pusieron una multa, jamás participó en ningún alboroto ni trifulca y enseñó a generaciones de niños el respeto, la tolerancia y la convivencia. A su entierro acudieron 500.000 personas, la ciudad en pleno.

SONETO LÚDICO DEL REY DE LOS ORNITORRINCOS

 


SONETO LÚDICO DEL REY DE LOS ORNITORRINCOS

 

El rey de los ornitorrincos cojos

tiene un orzuelo en el ojo derecho

y se ha encerrado con siete cerrojos

para darse porrazos en el pecho.

 

¡Ay, el pobre ornitorrinco maltrecho

no puede ponerse los anteojos

y se pasa las noches al acecho

de otillos que parecen petirrojos!

 

Le gustaría a veces ser koala,

trepar de un eucalipto hasta la copa

y no bajar hasta final de mes.

 

Le pesa la corona cosa mala,

¡qué pena!, se atraganta con la sopa

y ve todas las cosas al revés.

jueves, 26 de junio de 2025

Carta de mi hija Andrea

El pasado viernes 20 de junio celebré en la biblioteca del IES San Nicasio un convite por mi próxima jubilación a fin de curso. Mi hija Andrea me acompañó, me asesoró y me ayudó con los preparativos. Y luego, para mi sorpresa, me leyó ante los convidados una preciosa carta. Con ello cumplió el famoso mandamiento de honrar al padre, pero ella no lo hizo por cumplir mandamientos, sino porque es así de cariñosa y sensible. De hecho, ¡salió del acto más emocionada que yo mismo!


 

domingo, 22 de junio de 2025

Soneto en homenaje

Con motivo de mi jubilación, mis compañeras de Inglés Alba e Irene me han escrito este halagador soneto que las agradezco en el alma. Ellas mismas le leyeron en público en el convite que preparé el pasado viernes en la biblioteca del centro. ¡Con compañeras así casi dan ganas de no jubilarse! 



ADRIÁN, MAESTRO DE INGENIO Y ENTREGA


Adrián, caballero de verbo claro,

de temple firme y alma diligente,

profesional sincero y eficiente,

guardián del rumbo recto y del amparo.

 

Tu ingenio ha sido faro necesario;

tu mano, firme guía y referente;

nos dejas huella honda y persistente,

legado de un hacer extraordinario.

 

Hoy alzas vela rumbo a lo esperado,

dejando en cada aula tu enseñanza,

y en cada mente un sueño iluminado.

 

Que el tiempo ahora premie tu constancia;

te vas, pero jamás serás borrado,

pues vive en ti la escuela y su esperanza.

Escuela


Se sacó el título de inútil y se dedicó a no hacer nada. Lo hizo tan bien que alcanzó gran renombre y fue galardonado con el más prestigioso premio internacional de su especialidad. No acudió a la entrega alegando que le daba mucha pereza, ocurrencia que fue celebrada como una muestra más de la excelencia alcanzada en su arte. 

Su impacto social ha sido enorme y su ejemplo ha creado escuela: hoy en día sus seguidores son legión.


Coplas de mi jubilación

 


Me jubilo porque puedo

y porque me da la gana,

que llevo 36 años

entregado a la enseñanza.

 

Desde el año 89

siempre en el mismo instituto,

que tengo en clase a los hijos

de mis primeros alumnos.

 

No lo hice mal, considero,

y lo hice con mucho gusto,

procurando ser honesto,

preocupado por ser justo.

 

Pasé muy buenos momentos,

hice muy buenos amigos

y llené toda una vida

de verbos y sustantivos.

 

Como no soy nada ñoño,

aunque soy sentimental,

de todos me he despedido

muy contento y sin llorar.

 

Y no digo más, que canso;

este cuento se acabó,

pero si vuelvo a nacer

volveré a ser profesor.

sábado, 14 de junio de 2025

Sensibilidades

Durante mi actuación había en las gradas un niño, un solo niño, que no se reía con mis payasadas. Intrigado, me quedé con su cara y le esperé a la salida del circo. Le pregunté por qué no se reía.

 

—Porque me daba muchísima pena que todos se riesen de ti.

CARPE DIEM


Eso que tú tienes sin ser consciente,

eso que el tiempo te robará algún día,

eso que no valoras lo suficiente,

eso se llama lozanía.

 

Y de eso depende casi todo,

eso es la esencia de la vida,

sin eso la vida se vuelve lodo,

desperdiciarlo es un acto suicida.

 

Así que no te andes con zarandajas

ni te eches a dormir en los laureles,

que las horas son las verdaderas alhajas

y los días los auténticos vergeles.

 

Disfruta de tu cuerpo lozano

y aprovecha su energía animosa,

que la juventud dura un verano

y luego el alma pesa como una losa.

sábado, 7 de junio de 2025

Coplillas del sinamor

 

De pecho en pecho

mi corazón rueda

y en ninguno se queda:

¡no hay derecho!

 

¿Qué mal habré yo hecho

para tener este castigo:

suplicar como un mendigo

amor por el barbecho?

 

Vivo siempre insatisfecho

pues nadie me aprovecha,

enciendo al amor la mecha

y salgo herido y maltrecho.

 

Del amor siempre al acecho

para que nadie me quiera,

¡ni que fuera yo una fiera,

ni que fuera yo un desecho!

 

Mi corazón no grana,

no grana, no grana

ni da fruto ni da flores

porque a nadie le da la gana

de complacer mis amores.

Viudas

Al entierro acudieron tres mujeres que no se conocían. Cada una llegó con pose de viuda completa y se fue solo con un tercio de viudedad y sin saber qué número hacía en la terna. Mejor no indagar y pensar que la número 1, que las suplentes eran las otras dos.

Hijos no había ninguno. Con eso no quiso complicarse y se hizo a tiempo la vasectomía. En eso no las engañó. Eso se lo dejó siempre bien claro y las tres lo comprendieron, cada una por su lado y en su debido momento. Comprensivas sí eran. Y complacientes. Y tolerantes. Eran tres mujeres adelantadas a su tiempo. A lo mejor no hubiera hecho falta ni engañarlas.

Cuando acabó el entierro salieron cada una por su lado y cada una con su tercio de viudedad a cuestas. A la puerta del cementerio, dentro del coche, del que no se habían ni bajado, las esperaban sus hijos respectivos; bueno, a una de ellas, en realidad, las gemelas.