sábado, 7 de junio de 2025

Viudas

Al entierro acudieron tres mujeres que no se conocían. Cada una llegó con pose de viuda completa y se fue solo con un tercio de viudedad y sin saber qué número hacía en la terna. Mejor no indagar y pensar que la número 1, que las suplentes eran las otras dos.

Hijos no había ninguno. Con eso no quiso complicarse y se hizo a tiempo la vasectomía. En eso no las engañó. Eso se lo dejó siempre bien claro y las tres lo comprendieron, cada una por su lado y en su debido momento. Comprensivas sí eran. Y complacientes. Y tolerantes. Eran tres mujeres adelantadas a su tiempo. A lo mejor no hubiera hecho falta ni engañarlas.

Cuando acabó el entierro salieron cada una por su lado y cada una con su tercio de viudedad a cuestas. A la puerta del cementerio, dentro del coche, del que no se habían ni bajado, las esperaban sus hijos respectivos; bueno, a una de ellas, en realidad, las gemelas.

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