El pasado viernes 20 de junio celebré en la biblioteca del IES San Nicasio un convite por mi próxima jubilación a fin de curso. Mi hija Andrea me acompañó, me asesoró y me ayudó con los preparativos. Y luego, para mi sorpresa, me leyó ante los convidados una preciosa carta. Con ello cumplió el famoso mandamiento de honrar al padre, pero ella no lo hizo por cumplir mandamientos, sino porque es así de cariñosa y sensible. De hecho, ¡salió del acto más emocionada que yo mismo!
Ocho veces demostrado
Hace 10 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario