Con motivo de mi jubilación, mis compañeras de Inglés Alba e Irene me han escrito este halagador soneto que las agradezco en el alma. Ellas mismas le leyeron en público en el convite que preparé el pasado viernes en la biblioteca del centro. ¡Con compañeras así casi dan ganas de no jubilarse!
ADRIÁN, MAESTRO DE INGENIO Y ENTREGA
Adrián,
caballero de verbo claro,
de
temple firme y alma diligente,
profesional
sincero y eficiente,
guardián
del rumbo recto y del amparo.
Tu
ingenio ha sido faro necesario;
tu
mano, firme guía y referente;
nos
dejas huella honda y persistente,
legado
de un hacer extraordinario.
Hoy
alzas vela rumbo a lo esperado,
dejando
en cada aula tu enseñanza,
y en
cada mente un sueño iluminado.
Que
el tiempo ahora premie tu constancia;
te
vas, pero jamás serás borrado,
pues
vive en ti la escuela y su esperanza.
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