domingo, 16 de noviembre de 2014

La panadera


Esta mañana al comprar el pan la entregué a la guapa panadera, en vez del habitual billete de cinco euros, una hoja de libreta con un poema de amor que la había escrito. Lo leyó divertida y sin comentario alguno me devolvió el cambio habitual, tres con veinte; pero añadió a la bolsa un pepito de crema, lo cual ya es mucho para un simple enamorado platónico.

1 comentario:

Unknown dijo...

Qué original, querido Adrián!