viernes, 11 de abril de 2025

Adhesión a la rebelión

 

Me llamo Manuel Navas Gómez. Tengo 28 años. Natural y vecino de Valsaín. Jornalero. Sindicalista. El 18 de julio me pilló trabajando en el aserradero. En cuanto me enteré de que la guarnición de Segovia se había alzado en armas, cogí caminito, pasé la sierra y me vine a Madrid, a zona republicana. Los falangistas vinieron a buscarme y, como no me encontraron, se llevaron a mi padre. Le fusilaron en el prado de Las Veguillas, lugar abundante en víboras, lástima no les picó ninguna. 

Me alisté en la 54 Brigada Mixta y combatí por mis ideales y en defensa de mi gobierno legítimo. Hemos perdido la guerra. No siempre triunfan las causas justas. Y ahora los que se sublevaron y los que mataron a mi padre me condenan a 30 años por adhesión a la rebelión. ¡A la rebelión! Tiene gracia: me acusan de su delito. Este es su orden, esta su justicia, esta su clemencia hacia los vencidos. Esta es su paz. 

No hay paz. La guerra continúa. Solo que ahora solo combate un bando contra otro que, ya vencido, ni siquiera se puede defender.

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