domingo, 26 de enero de 2025

Conversiones y reconversiones

El panadero del pueblo, que era ateo y anticlerical, le dijo un día a su mujer que había visto la luz. Ni corto ni perezoso se fue a meter fraile al monasterio de Valdevaldillo.

A las tres semanas cabales, el cura párroco del pueblo, que andaba desvelado por una nueva crisis de fe y salió a dar un paseo antes de la amanecida, también vio la luz, en concreto la luz de la panadería, pues la panadera ya se había levantado, como siempre, a las cinco de la mañana, para empezar a amasar el pan.

Ese día don Saturio ya no dio misa de 12. Llamó al señor obispo y le dijo que se especializaba en el pan sin consagrar.

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