jueves, 27 de febrero de 2025
La zarza
NOMBRE
Si mi nombre fuera otro,
¿cómo habría cambiado mi vida?
Si en vez de un nombre agudo y con diptongo
fuera esdrújulo mi nombre,
¿cómo me vería la gente
que da importancia a la prosodia?
Pero soy el que me llamo
y me llamo el que soy.
Ni a mi nombre renuncio
ni reniego de mi ser
(aunque tal vez los dos
pudieran ser mejores).
viernes, 21 de febrero de 2025
Caín
Caín se plantó en el vano de la puerta de la tasca con gesto rabioso y buscando con la mirada a su hermano. Empuñaba la quijada del burro, que se le había muerto unas semanas atrás de un empacho de mielgas húmedas.
Abel estaba de espaldas, sentado a la mesa y jugando su partida cotidiana de mus. Llevaba buena mano y estaba a punto de echar órdago a juego. Pero no le dio tiempo. Caín se abalanzó sobre él sin mediar palabra y le reventó el cráneo a quijadazos. El as de oros fue el más perjudicado: la sangre de Abel le tiñó de rojo por completo. Pero también la faz de Caín cambió para siempre. Al contemplar los sesos de su hermano desparramados por la mesa de juego y las miradas de horror y reprobación de sus compañeros de mesa, el rostro de Caín se ensombreció y ya nunca más recuperó su palidez. Su prole nació ya con la cara cenicienta y el gesto avieso.Caín se convirtió inmediatamente en un apestado, pues su crimen fue execrable y su hermano Abel era muy querido en el pueblo por lo afable que se mostraba con todos y lo bien que contaba los chistes y lo ocurrente que era para las chirigotas, con las que divertía a todo el pueblo, y sobre todo a los niños, a los que tenía un cariño especial y por eso los niños le buscaban y él siempre les prestaba atención y se entretenía en jugar con ellos.
Caín tuvo que irse a vivir fuera del pueblo, a un chozo que tenía en el majuelo de Valdesendino. Nadie quería juntarse con él y en la tasca no le dejaban entrar. El día de la fiesta mayor, Nuestra Señora, 15 de agosto, sus hijos sí que acudían a la velada, pero se quedaban en un rincón de la plaza mirando, porque las chicas del pueblo ninguna quería bailar con ellos de asco que les tenían. Sin embargo, cuando llegaban las forasteras, que no los conocían, tenían mucho éxito con ellas gracias a su pinta de torvos y bragados, pues ya se sabe que hay un tipo de mujeres a las que les gustan los malotes.
Los hijos de Caín se casaron con forasteras y se fueron del pueblo. Jamás volvieron, ni siquiera cuando falleció su madre. A la muerte de su esposa, Caín se abandonó y al poco era ya un indigente que daba lástima. La caridad del alguacil del pueblo, que tenía una hermana monja, hizo que por mediación suya se le buscase un asilo en la capital. Allí fue y allí murió, no sabemos si arrepentido o no, pues perdón no se le pidió nunca a nadie, que se sepa.
ALBA
Si el alba
necesita con urgencia
un alma en
que posarse,
he aquí la
mía,
que no tiene
entrantes ni salientes,
ni dobleces
ni anexos,
ni
callejones ni recodos,
ni ojales ni
cremalleras.
Un alma más
simple
que una hoja
de libreta.
Aquí puede
la incipiente claridad
tenderse un
instante
a planificar
bien el día.
domingo, 16 de febrero de 2025
Noche de San Valentín
Ella se dormía. Él la despertaba. Luego se dormía él y le despertaba ella. La noche es muy larga y no es fácil anegar de amor todos sus poros. Pero ese era su propósito.
viernes, 14 de febrero de 2025
YO PENSABA QUE AMARTE ERA SOÑAR (soneto en el día de los enamorados)
Yo pensaba
que amarte era soñar
con estar
siempre a tu lado,
contemplarte
transido, embelesado,
cogerte de la
mano y pasear.
Yo pensaba
que amarte era besar
con devoción
tu labio venerado
y
acariciarte el pelo ensortijado
paseando a
la orilla de la mar.
Eso creía
antaño, pero ahora
sé que
amarte es pasar la aspiradora,
planchar ropa,
purgar el radiador,
ir a pasar
la revisión del coche;
y con suerte
el sábado a la noche,
si estás
contenta, haremos el amor.
sábado, 8 de febrero de 2025
Babel
Habíamos retomado la construcción de la torre. Tras el castigo de la confusión de las lenguas, que tantos trastornos nos ocasionó, todos nos habíamos hecho políglotas y además habíamos desarrollado una nueva koiné universal. Ahora éramos capaces de entendernos todos con todos y cada mes edificábamos una nueva planta y cada día estábamos más cerca del cielo. En nuestra infinita soberbia creíamos estar ya a la altura de Dios.
viernes, 7 de febrero de 2025
ALBADA EN TODOS LOS PLANETAS
Con el ansia loca de los trombones
que se tocan con la boca en flor
entra hoy el sol por los ojos de los
enamorados y por las ojivas de las catedrales.
Reptando imperceptiblemente como una
culebrilla de escalera
sube ladera arriba su globo relleno
de luz y de esperanza
deteniendo el cotidiano cataclismo de
la noche
hasta coronar el firmamento y
señorear desde él
sobre las aristas de las cordilleras
y sobre el abismo de los océanos.
Y tú mientras indagando en la
cosmogonía del silencio;
así, con los ojos abiertos de par en
par hacia el oriente,
amando de forma imprevisible, pero
manifiesta,
en tu clase magistral sobre amaneceres
y alboradas,
con la entrega de quien busca acordes
acariciando con mimo
las cuerdas de una guitarra embadurnada
de luz,
con el virtuosismo de quien lleva
entre los labios
la música inefable de los besos que
no se cansan de ofrecerse.
Y no hay más: tú y yo somos dueños de
la tierra
que mutuamente nos hemos prometido,
de los borbotones de besos que nos
prodigamos,
de las ráfagas de viento que entran
por los agujeros de las ocarinas,
de la dulce cadencia de los sueños que sueñan nuestros cuerpos
en cuanto se despiertan nuestras almas.
domingo, 2 de febrero de 2025
El alma
Cogimos las armas y la munición y salimos. Íbamos a por los hombres y los cazamos. Pero entre sus cadáveres quedaron también, desguarramillados, los cuerpos de las mujeres y los niños.
Cuando volvimos al cuartel algunos pudieron recuperar su alma. Yo la mía no. Al ir a cogerla se hizo cenizas.
HACERSE VIEJO
Hacerse viejo debería servir
para hacerse más sabio, más generoso,
más afable, más tolerante.
Si cada vez te vuelves más morugo,
más gruñón, más egoísta,
más intransigente y más mezquino,
no es que te estés haciendo viejo,
es que ya has empezado a morirte.