Si mi nombre fuera otro,
¿cómo habría cambiado mi vida?
Si en vez de un nombre agudo y con diptongo
fuera esdrújulo mi nombre,
¿cómo me vería la gente
que da importancia a la prosodia?
Pero soy el que me llamo
y me llamo el que soy.
Ni a mi nombre renuncio
ni reniego de mi ser
(aunque tal vez los dos
pudieran ser mejores).
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