Día contra día
voy viviendo poco a poco,
racionando la alegría
para no volverme loco.
Minuto contra minuto
respiro sin hacer ruido,
no se despierte ese bruto
al que por fin he dormido.
Y aunque me veáis ajeno
al barullo del mundo,
mi corazón late pleno
segundo contra segundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario